La broma le cuesta el puesto de trabajo
El Mundo.es - AGENCIAS
LONDRES.-
Emma Clarke es una de las personas más escuchadas en Londres, por la sencilla razón de ser quien presta su voz al metro... hasta ahora. Una serie de parodias grabadas por ella misma y colgadas en su página web, así como algunas críticas hacia el conocido 'Tube' londinense, han precipitado su despido, tras ocho años de servicio.
La voz del metro repite incesantemente en cada estación advertencias como 'mind the gap' (advertencia genérica para que los pasajeros vigilen su paso entre el andén y el vagón) o 'stand clear of the closing doors' (que invita a los pasajeros a dejar libres las puertas).
No obstante, en sus mensajes falsos, que se pueden encontrar en su propia página web, Clarke se mete con humor con los turistas estadounidenses o con los sudorosos vecinos de los suburbios, exactamente en el mismo tono con el que locuta los mensajes grabados para London Underground.
Concretamente, en una de las grabaciones satíricas dice: "Recordamos a nuestros amigos los turistas norteamericanos que seguramente están hablando un poco demasiado alto".
Otra de las grabaciones que imita la megafonía auténtica pregunta: "¿Podría el pasajero de la camiseta roja que simula leer el periódico, pero que en realidad está mirando el pecho a aquella mujer, dejar de hacerlo, por favor? Usted no engaña a nadie, usted es sucio pervertido".
Además, Emma Clarke, que vive en Highgate, al norte de Londres, asegura que no intenta no tomar el metro jamás ya que le resulta 'horrible'.
Lo cierto es que Clarke aclaró en una entrevista al diario Evening Standard que la grabación de las frases falsas no es más que una broma, pero a la compañía operadora del 'Tube' no le ha hecho ninguna gracia y ha decidido prescindir de sus servicios, tras ocho años de contrato.
Según un portavoz de la compañía concesionaria de London Underground (TfL), el motivo real del despido ha sido más las críticas hacia la propia red que los anuncios en broma.